Cortas Reflexiones, a propósito de las elecciones del domingo
Al analizar cada variable se llega a la conclusión que gane quien gane al final tendrá un país fraccionado casi por mitades, lo que en realidad sería, que quien logre la banda presidencial no gana, porque la cultura existente, aún está lejos de entender, que, por el bien de un país, quienes no ganen deberían entender que el elegido es para todos los ciudadanos.
Por Juan Altamar Santodomingo
menos de una semana para conocer el primer resultado de la elección presidencial. Lo más probable es que haya segunda vuelta y no hay certeza de quien ganaría, pero se observa que cualquiera que sea el resultado será apretado, como quien dice, se divide el país.
Un país dividido por porciones casi iguales es caldo de cultivo para enfrentamientos y talanqueras en la gobernabilidad, cuyo resultado final es desgaste institucional, ineficiencia para el desarrollo de programas, precaria presencia estatal, descredito mediático, críticas y oposiciones, en fin, todo lo que no necesita un país para progresar.
El entorno económico mundial no es nada halagüeño: la guerra en ucrania, el precio del petróleo, la escasez de alimentos, inflación preocupante hasta en los estados unidos, el dólar por las nubes, la inseguridad, el avance en la violencia política y las demás que conforma una larga lista de hechos y variables que impactan en la gente y generan inconformismo.
Después de reflexionar con la mente abierta, para extraer los aciertos que provienen de cada sector o postura ideológica, partidista, corriente filosófica o escuela económica y colocarlos lúdicamente en un tablero me queda claro que, para afrontar todos los males actuales y los que nos impactaran por el entorno de las crisis mundiales y de la región, la salida es que haya una confluencia con grandeza, en la que los lideres naturales de cada fuerza o sector de la vida nacional se despoje de odios, rencores y egoísmos; depongan la arrogancia y se vistan de humildad, entendiendo que al fin todos somos transeúntes en este mundo, y podemos deponer las posiciones conceptuales que enfrentan a los hombres y abrazar las acciones tendientes a servir a la humanidad, al país.
Al analizar cada variable se llega a la conclusión que gane quien gane al final tendrá un país fraccionado casi por mitades, lo que en realidad sería, que quien logre la banda presidencial no gana, porque la cultura existente, aún está lejos de entender, que, por el bien de un país, quienes no ganen deberían entender que el elegido es para todos los ciudadanos.
Pero ante la adversidad y el peligro el Ser humano acude a su instinto, que en la realidad actual seria la Grandeza para realizar un Gran acuerdo, pacto, confluencia social, con sinceridad, para que quien llegue a la presidencia pueda, con el esfuerzo de todos afrontar las turbulencias de la época y encaminar al país por el sendero que en el discurso todos los candidatos, cándidamente exponen como su principal objetivo.