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Posición neutral del presidente Petro abre la discusión acerca del papel de Colombia frente a la OTAN

Análisis Mundo País

*Posición neutral del presidente Petro abre la discusión acerca del papel de Colombia frente a la OTAN

Petro le respondió las críticas de Galán por no apoyar a Ucrania diciendo que no ayudará a prolongar ninguna guerra. El director del Nuevo Liberalismo señaló que el mandatario está escudándose en una supuesta neutralidad para tomar partido en favor del autoritarismo y los crímenes de guerra. La posición del presidente Petro abre la puerta a una discusión acerca del papel de Colombia en la OTAN, algo que desde las elecciones presidenciales se están preguntando muchos colombianos

u capitularn nuevo rifirrafe se dio en Twitter entre el presidente Gustavo Petro y el director del Nuevo Liberalismo, Juan Manuel Galán, ante la negativa del mandatario de no enviar armas a Ucrania para que se defienda en la guerra contra Rusia. Petro aseguró que: «lo mejor que le puede pasar a la humanidad es la paz entre Ucrania y Rusia, y no la prolongación de la guerra. Yo no ayudaré a prolongar ninguna guerra. En cambio pido que se eleve a delito internacional la agresión de un país a otro, sea el que sea. Ni invasiones ni bloqueos».

https://twitter.com/petrogustavo/status/1618958766250299394

Una respuesta que dio el presidente a las críticas del director del Nuevo Liberalismo, Juan Manuel Galán, quien criticó la decisión del mandatario de no apoyar a Ucrania.

«No apoyar a Ucrania»

«Gustavo Petro en su heroica defensa de las libertades democráticas, escudándose en una supuesta “neutralidad”, es tomar partido en favor del autoritarismo, la tiranía, la autocracia, los crímenes de guerra, las violaciones a los DDHH y la corrupción», dijo Galán.

https://twitter.com/juanmanuelgalan/status/1618775029180923904

Hay que recordar que el mandatario de Colombia informó que Estados Unidos le había solicitado enviar armas a Ucrania para la guerra contra Rusia, pero Petro se negó debido a una orden constitucional.

¿Colombia es parte o no de la OTAN? ¿Está obligada a apoyar a la OTAN?

Dicho todo esto resta examinar un tema que no está muy claro para los colombianos: ¿Es Colombia parte de la OTAN? y de ser así ¿Está Colombia obligada por el artículo N° 5 de esa alianza a participar en la defensa de Ucrania dados los compromisos de la organización con ese país?

Los acuerdos OTAN

Es importante reiterar que Colombia no es un miembro pleno en la Alianza; su estatus es de «socio global». Los miembros de la Organización del Tratado del Atlántico Norte están obligados por el pilar de defensa colectiva. El famoso Artículo No. 5 interpreta un ataque a uno de los miembros como una agresión en contra de todos, que debe ser respondido por todos. Contrario a lo que algunos aducen en redes sociales, Colombia no está obligada por esta cláusula. Ningún país está obligado a apoyarnos en caso de guerra, así como Colombia no está obligada a defender a sus miembros.

Pero la OTAN no es solo un mecanismo de defensa colectiva; ese es apenas uno de sus pilares. Ante todo, la Organización es una alianza política de estados que ensalzan los valores democráticos y un orden global basado en reglas. Los otros dos pilares incluyen la seguridad cooperativa y el manejo de crisis. Por ello, más allá de la guerra, el ámbito temático de la OTAN ofrece un amplio abanico que le permite a Colombia oportunidades de aprendizaje y de contribución.

El proceso con la Alianza no surgió en el gobierno de Iván Duque, ni es exclusivo de alguna línea ideológica reciente en la Casa de Nariño. En 2013 se firmó un primer Acuerdo para la Seguridad de la Información Clasificada y la Cooperación. Fue un acuerdo limitado a garantizar protocolos de seguridad de la información que intercambiaban la OTAN y Colombia, pero que en últimas termina siendo una piedra angular para el crecimiento de la relación.

En 2017 se firma un Programa de Asociación y Cooperación individual (IPCP), que va a ser renovado en 2019, con una agenda de cooperación mucho más ambiciosa: consultas políticas, cooperación en seguridad mundial y fortalecimiento de la paz, ciberseguridad, seguridad marítima, operaciones contra el terrorismo, género y desminado humanitario. Por medio de este acuerdo Colombia se convierte en socio global de la OTAN, categoría a la que pertenecen solo ocho estados en todo el mundo: Afganistán (antes del regreso del Talibán), Australia, Irak, Japón, Corea del Sur, Mongolia, Nueva Zelanda y Paquistán.

La relación dio un paso más en 2021 con la firma de un Programa Personalizado de Asociación (Individually Tailored Partnership Program – Itpp). Es el primer acuerdo en su tipo creado a la medida para la relación con uno de los socios globales, constituyéndose como modelo para las relaciones con otros países. Este Programa va al detalle de cómo se ejecuta y se evalúa el seguimiento de cada una de las actividades de la agenda, y profundiza los asuntos de cooperación, por medio de once objetivos: diálogo y consultas, contraterrorismo, gestión de emergencias, educación y entrenamiento, construcción de integridad y transparencia, desarrollo de capacidades, interoperabilidad militar, idiomas, diplomacia pública, ciberdefensa y cambio climático y seguridad.

¿En qué gana Colombia?

Colombia obtiene grandes ganancias por medio de esta agenda de cooperación. La realidad interna de nuestro conflicto nos llevó a concentrarnos en operaciones contra la insurgencia y el crimen organizado, pero dejando relativamente de lado la participación en operaciones convencionales e internacionales. La agenda de cooperación ha llevado a un proceso de reforma estructural y de estandarización de nuestras Fuerzas Militares, que le permiten, entre otras, interactuar con los países miembros. No se puede ignorar que compartir espacios con las grandes potencias militares nos puede permitir grandes aprendizajes operacionales, y esto se hace real a través de la participación en centros de entrenamiento. Además, el interés de participar en misiones internacionales y de paz exige solidificar las capacidades de interoperabilidad.

La agenda también permite avances en muchos campos. La corrupción ha sido una preocupación constante en el sector defensa, y el componente de construcción de integridad de la OTAN será, de forma progresiva, un instrumento para aumentar la transparencia en los procesos organizacionales. Quienes más se preocupan por el cumplimiento de derechos humanos, por ejemplo, deberían apoyar con más fuerza este proceso. No es irrelevante, tampoco, el esfuerzo de bilingüismo que se está realizando al interior de las Fuerzas, especialmente motivado por la interoperabilidad.

El ciberespacio es una de las dimensiones clave de la seguridad y la defensa actual. Colombia está lejos de ser un país de punta en esta materia, y es relativamente vulnerable frente a otros estados con mayores capacidades. La cooperación con países de la OTAN puede ayudar a resolver este vacío. No es esto diferente en materia de cooperación científica y tecnológica.

Por otro lado, los asuntos ambientales son cada vez más relevantes en la seguridad e incluso la defensa. Colombia, hace poco, incluyó las amenazas ambientales como asunto de seguridad nacional. En el marco de la alianza con la OTAN habrá mucho para aprender en esta materia, y seguramente mucho para compartir. Tampoco se puede dejar de lado la agenda de género en las instituciones de seguridad. Cumplir estándares de la Alianza Atlántica seguramente obligará a Colombia a mejorar sus condiciones en éste y en todos los aspectos incluidos en el Programa.

Pero para Colombia esta alianza no es solo un instrumento de recepción de cooperación. Su capacidad de ofrecer conocimientos la convierte en un medio para su posicionamiento a nivel global. La experiencia colombiana en materia de guerra irregular, desminado militar y humanitario, fuerzas especiales, combate al terrorismo y combate al crimen organizado puede ser ofrecida no solo a los treinta países de la OTAN, sino a su red de aliados en diferentes continentes. Además de los socios globales ya mencionados, la OTAN tiene el Diálogo Mediterráneo con siete países de esta cuenca, y la Iniciativa de Cooperación de Estambul con cinco países del Golfo Pérsico.

No sobra recalcar que siendo una alianza de países democráticos que procura un orden internacional basado en reglas, el acuerdo le permite a Colombia tener un espacio en este foro de diálogo político sobre los grandes asuntos del orden y la seguridad global. Esto no es nada despreciable.

El presidente Petro podría cometer un gran error si desecha o frena el proceso de Colombia con la OTAN debido a que las ventajas son de gran beneficio para el interés nacional.

Este año, Estados Unidos declaró a Colombia como aliado mayor extra-OTAN, y esto generó alguna confusión. Esta es una designación unilateral determinada por Estados Unidos frente a sus socios más cercanos que no son miembros de la OTAN. Es completamente independiente del proceso de Colombia con la OTAN y fortalece la relación bilateral con Estados Unidos.

Cabe hacerse un par de preguntas relacionadas con las repercusiones que podría tener la posición del presidente Petro en la relación bilateral entre los Estados Unidos y Colombia, al tiempo en el que  la posición del presidente Petro en cuanto a no enviar armas a Ucrania y qué hay tras la petición «que se eleve a delito internacional la agresión de un país a otro»: Podríamos deducir que esa frase lo aleja de Rusia por su agresión a Ucrania, pero al tiempo podría ser una denodada advertencia a los Estados Unidos y a la OTAN en caso de una escalada en el conflicto.

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