¿Sientes que a veces corres demasiado para acumular logros o bienes materiales, mientras sacrificas cosas tan valiosas y vitales como tu salud, bienestar o tus relaciones? Conoce algunos aspectos y actitudes que pueden estar causando estrés en tu vida y cómo deshacerte de ellos.
Por Nayor Barrios, para Slabon
Nuestra vida no debería ser una constante carrera por llegar a algún lado o conseguir algo que, suponemos, nos hará más felices o realizados. En realidad, no necesitamos correr tanto para acumular logros o bienes materiales, mientras sacrificamos cosas tan valiosas y vitales como nuestra salud, bienestar o nuestras relaciones.
Lo ideal es que podamos disfrutar de las cosas buenas de la vida, sin estresarnos por lo que no podemos cambiar, conservando la paz en medio de las dificultades y sobre todo alejándonos lo más posible de situaciones o personas que, en lugar de sumarle a nuestra felicidad, le restan.
A continuación, te invitamos a considerar algunos aspectos y actitudes que pueden estar aportando estrés a tu vida, y la forma en que puedes deshacerte de ellos:
Evita ser negativo. No permitas que una actitud negativa condicione tus emociones e interfiera en la motivación que necesitas para alcanzar tus metas. Si te sientes estresado, no lo repitas y más bien recuerda todo lo bueno que tienes y puedes disfrutar, y agradece por ello. Todos tenemos días y épocas de mala racha, pero quejarse no ayudará mucho; en cambio, cuando eres optimista, tu actitud puede hacer una gran diferencia.
Tampoco te culpes por lo que vives o por los resultados que obtienes. Sé más amable contigo mismo, acéptate y perdónate. Dale mayor importancia y dedica más energía a aquello que levante tu ánimo y te haga sonreír.
Aléjate de personas negativas. Ser tolerante no significa permitir que las actitudes de algunas personas afecten tu felicidad o bienestar. No permitas que otros traigan negatividad a tu vida. Coloca límites a lo que toleras y aprende a poner distancia entre tú y aquellos que no te generen paz interior. Lo cierto es que ganas mucho cuando te alejas de personas que roban tu energía, tu vida se hace más liviana, menos tensa y más positiva. Rodéate de gente que añada entusiasmo y amor a tu vida.
No aplaces las cosas. Uno de los hábitos que mayor estrés trae a nuestra vida, es aplazar las cosas que debemos hacer o terminar, y que podrían generarnos luego angustia o tensión al ver que no hemos cumplido con dicho objetivo o tarea. Podemos tener miles de excusas para no avanzar en algo; sin embargo, en lugar de buscar motivos para aplazarlo, pensemos en las buenas razones que tenemos para hacerlo. Vayamos a la acción lo más pronto posible y no dejemos para mañana lo que podamos hacer hoy. Los planes sin determinación, se quedan en eso: sólo planes.
Si te concentras en lo que puedes lograr y te olvidas de lo que no fue posible, tendrás más posibilidades de triunfar y tu vida será menos estresante.
Deja atrás tu pasado. Todas las personas tienen un propósito para estar en este mundo. Tú no eres la excepción. Así que deja atrás tus temores o errores del pasado y conviértete en el constructor y administrador de tu presente y futuro. Quítate ese peso de encima, valorando cada experiencia vivida (buena o mala); de todas has aprendido.
Si te concentras en lo que puedes lograr y te olvidas de lo que no fue posible, tendrás más posibilidades de triunfar y tu vida será menos estresante. Valora lo que eres y saca el mejor provecho a tus cualidades y talentos.
No intentes complacer a todos. Tratar de complacer a todo el mundo sólo traerá ansiedad a tu vida. Tú no eres el responsable de la felicidad de quienes te rodean. No vale la pena que gastes tu tiempo y energías en intentar cumplir las expectativas que otros tienen de ti. Enfócate más bien en hacer lo que deseas y lo que te traerá beneficios personales. Libérate del estrés que produce ganar la aprobación de la gente y no midas tu éxito por lo que digan de ti.
Ayuda a otros, pero no olvides que tu bienestar es importante y que tu tranquilidad es vital para tu salud emocional.
Valórate y dedícate tiempo. En ocasiones podemos pasar por momentos en los que nos sentimos incomprendidos. Quizá hacemos muchas cosas por los demás y creemos que otros no hacen lo suficiente por nosotros. Lo importante es escuchar tu voz interior, seguir tus sueños, tus ideales y dedicar un mayor tiempo para ti, para cuidarte y consentirte. Ayuda a otros, pero no olvides que tu bienestar es importante y que tu tranquilidad es vital para tu salud emocional.
Haz lo que te apasiona. Una de las cosas que puede traer estrés a tus días, es vivir una vida carente de propósito o haciendo algo que no te apasiona. La carga emocional que esto genera produce frustraciones, tristezas e incluso amargura. Sin importar la edad que tengas, pregúntate si estás haciendo lo que te gusta o aquello que soñaste para tu vida.
No aplaces tu felicidad y no permitas que otros decidan por ti. Sal de tu rutina y haz cosas que te diviertan. Saca esos talentos y habilidades que tienes allí guardados y ve tras esos sueños que tanto anhelas. Enfrenta tus miedos o dolores con valentía y decide empezar a vivir hoy la vida que deseas y no la que las circunstancias te puedan hacer vivir. Eres el arquitecto de tu destino, no dejes que el estrés de la vida moderna corte tus alas.
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